Non ti piace? Non importa! Puoi restituircelo entro 30 giorni
Non puoi sbagliarti con un buono regalo. Con il buono regalo, il destinatario può scegliere qualsiasi prodotto della nostra offerta.
30 giorni per il reso
Si no existiera Richard Brautigan habría que inventarlo. El problemaes que solo Richard Brautigan podría imaginar a alguien tan único como Richard Brautigan. Al menos en una de sus novelas. Y todo esto podría suceder, porque nada es imposible en «El monstruo de Hawkline», unwestern cómico-gótico (lo pretendieron filmar Hal Ashby y Tim Burton,aunque sería perfecto para Tarantino o los hermanos Coen) consideradocomo uno de sus textos más convencionales. ¿Qué es «convencional» para Brautigan, el gurú de la contraculturaestadounidense? Pues una pareja de cowboys asesinos a sueldo, una Niña Mágica, dos hermanas idénticas y un mayordomo gigante enterradodentro de una maleta en una mansión amarilla de Oregón rodeada denieve aunque el termómetro marque más de 30 grados. Una casa encantada y siniestramente encantadora en la que pueden aparecer plumas verdesen los zapatos, donde los habitantes se quedan desnudos repentinamente o pierden el hilo enzarzándose en conversaciones delirantes (y enposturas sexuales impensables) mientras intentan resolver un caso: elde un monstruo, surgido de un experimento fallido con unas enigmáticas Sustancias, que podría tomar la forma de una luz (acompañada de unasombra patosa y con remordimientos)... Uno de los libros más célebres de los setenta y de Richard Brautigan,el escritor más milagroso de la literatura estadounidense del sigloXX. Uno de esos autores que cuentan con tantos seguidores apasionadosque su apellido es ya un adjetivo. Sin duda, una novela muy Brautigan.