Non ti piace? Non importa! Puoi restituircelo entro 30 giorni
Non puoi sbagliarti con un buono regalo. Con il buono regalo, il destinatario può scegliere qualsiasi prodotto della nostra offerta.
30 giorni per il reso
Diagnosticar la muerte de una persona es uno de los actos médicos demayor trascendencia, puesto que es la única circunstancia que terminacon la personalidad jurídica de aquella. Aunque pueda parecer mentira, hoy en día no se conoce el número de personas que han sido declaradas muertas, sin haber alcanzado la condición de cadáver y aunque solofuera una, ya sería suficiente motivo para abordar el problema de loserrores en el diagnóstico de la muerte.A lo largo de la obra (del trabajo, del texto) -cuyo título essuficientemente expresivo- se exponen casos, del pasado lejano, delpasado más próximo y de la actualidad, de hecho, los tres últimoscasos que han ocurrido, no han podido ser incluidos por el autor. Y de no cambiar las cosas, van a a seguir produciéndose yerros médicos,con las consiguientes nefastas consecuencias para sus víctimas.En uno de los capítulos se exponen los medios existentes en laactualidad para que, sin ningún género de dudas, no se dé un solo caso más: es algo tan sencillo como que los médicos actuantes establezcanel diagnóstico de Síndrome de Muerte.También se aborda, de forma necesariamente breve, cuáles son lastécnicas a aplicar cuando la muerte ha de demostrarse en los momentosprevios a la realización de un trasplante de órganos procedentes decadáveres.Ha de reconocerse que despertar en un nicho, tumba, panteón�, no ha de ser una experiencia agradable. Y si la decisión de la personaha sido la de ser incinerada al llegar a ser cadáver, tampoco ha deser nada agradable.Con la máxima probabilidad, a la conclusión de la lectura del libro,tendrá noticia de que ha ocurrido una vez más.O quizás se ha interesado por él, al picarle la curiosidad por conocer algunos casos y querer encontrar la explicación de cómo puedencometerse errores tan groseros e imperdonables.